Me dijo que pasara nada más terminar la función a saludarla y eso suele ser un indicador que quien interpreta la obra; Verónica Forqué en este caso. (@veronicaforque para los tuiteros)
La obra me gusto mucho, y aunque muchos de los giros, recursos y textos de la función; Shirley Valentine, nos puede sonar próximos y casi familiares, nos hacen pasear desde una sonrisa hasta una carcajada por la maestría y oficio que Verónica Forqué muestra al interpretarlos, al darles vida y contenido.
La sencilla historia de una ama de casa hastiada por la monotonía y rutina de un marido que perdido el interés y la ha convertido en invisible, hacen que la pared de su casa sea el muro de las lamentaciones. Y precisamente eso es lo que tiene mucho merito… reírnos de nuestras miserias y cotidianidades sin enfadarnos con nosotros mismos.
La función tiene todos los requisitos para divertirse, disfrutar y sacar ese mensaje que un autor quiere plasmar cuando escribe una obra.
Me gusto, me reí y disfrute y no hace falta diseccionarla más para acercarse hasta el Palacio Euskalduna y antes de que se vaya….reírnos con Shirley Forqué.
www.jabiercalle.com
viernes, 16 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario