La Caida de los Dioses, ya de comienzo no tiene un titulo optimista o positivo...caída Para equilibra la caída, al final de la frase pone “Dioses” para elevar el pesimismo, pero todos sabemos que cuando uno sube mas alto, mas ruido hace la caída
No soy critico, y nunca he pretendido serlo, pero creo que con mas de 30 años acudiendo con regularidad a las funciones de teatro tengo cierto criterio, pero no me atreveré a decir si esta obra es buena o mala, solo me limitare a decir, si me gusto o no y para ello, te invito a que sigas leyendo.
El marco del teatro Arriaga ya en si es un lugar fantástico para estar predispuesto a que te guste lo que ofrecen ya que tienen buen criterio al diseñar su programación Que el patio de butacas este lleno, emociona con sus murmullos y saludos. Y si en el programa de mano, leemos con detalle y vemos que el equipo, no solo por las caras reconocidas que interpretan la función, sino por el resto de personas como Pablo Viar que en esta ocasión hace las traducciones, te das cuenta que tienes todos los ingredientes necesarios para hacer una función casi perfecta.
Si a estos sumas, el presupuesto y los medios con los que han contando para poner en marcha la función... Pues la expectativa que se genera es... espectacular. Véase al margen de los mediáticos Pablo Rivero (Cuéntame) Belén Rueda, ganadora de un Goya por Mar Adentro en 2005. ( anécdota o chascarrillo... horas antes de que la concedieran el Goya, Pedo Almodovar y un joven Amenabar “intercambiaban” palabras sobre lo apta o no que era Belén Rueda ante la cámara) Manuel de Blas, y Alberto Jimenez que son historia de la interpretación en este país Francisco Boira, Fernando Cayo, Nur Levi, Emilio Gavira y Santi Marín. El espectáculo se completa con la presencia en escena de un pianista: Ramón Grau que demoniza y glorifica con sus notas toda la función
Ademas la escenografía es espectacular, con un gran espejo que desde la tramoya se va inclinando dando otras dimensión a la función A este espectáculo le sobra belleza visual y Tomaz Padur, responsable de todo esto, por se el director de la obra, utiliza también una cinta que a modo de pasarela sera quien introduzca un muy acertado atrezzo que perfectamente representa la época e imagen que quiere trasladarnos.
La iluminación, con una luz fría ( fluorescentes) que sale desde abajo y los continuos efectos escénicos como la nieve y la pantalla que sale y entra, nos hacen reconocer que como el deportista Valdano....habla muy bien, pero....¿que ha dicho?
Falla la narración, que no se entiende, confunde al espectador que nos sabe, ni entiende algunas escenas que carecen de sentido y significado. Falla la dirección de actores, que se pasean por la escena y lo peor, es ver a dos grandes de la escena haciendo un ridículo streptease, o los gritos innecesarios y estridencias que desesperan a quienes contemplamos con cierta tristeza como algo que prometía ser espectacular, es solo pecta-CULAR, por los desnudos redundantes, superfluos, e inútiles que muestra. ( cualquiera que me oiga dirá que soy un pureta, quien diría)
No tengo duda que Tomaz Pandur www.pandurtheaters.com/ es un gran tipo y que sus trabajos han tenido el reconocimiento de gran parte del sector de las artes escénicas Creo que he visto todo lo que Pandur ha presentado en España: «Inferno», «Barroco», «Hamlet» y «Medea», además del ballet «Alas», con Nacho Duato, pero...No me gusta. Pandur es mas un esteta que un director, donde la palabra pierde peso y la interpretación la compensa con exageraciones histriónicas que desesperan.... Pero bueno, he de decir, que el publico finalizada la obra aplaudió a rabiar y según iban apareciendo los nombres en la pantallas, las ovaciones era mayores. La culpa, no es de él, es miá, que no estoy preparado para este tipo de funciones.
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lunes, 7 de noviembre de 2011
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